Las puertas de garaje son una solución cada vez más demandada por los mecanismos que integran de alta confiabilidad y por los altos estándares con los que se confeccionan. Destacan por su durabilidad, lo que hace que muchos usuarios se preocupen poco por darle mantenimiento. Lo conveniente es realizar inspecciones visuales cada dos meses y aplicar lubricantes en las piezas cada dos años, sin embargo, muchos pasan por alto los cuidados, lo que deriva en problemas. Es importante no confiarse demasiado, atenderla como es debido para asegurar su funcionamiento, y aprender a identificar los problemas más comunes y sus posibles soluciones.

El mecanismo de apertura no funciona

Se trata de uno de los problemas más comunes, y hay dos causas principales:

Es importante que revisen la placa electrónica del motor. Si está activada, inspeccionen que los accesorios sean funcionales, por ejemplo, las fotocélulas. Desconéctenlas una por una para asegurar que funcionan. En caso de que la placa no esté activada, revisen las condiciones de los fusibles.

Las malas conexiones y cables sueltos de los distintos tipos de puertas de garaje, que ofrecen muchas ventajas, suelen ser otra causa del problema, por tal motivo asegúrense de que el cableado permanezca oculto y seguro durante la instalación. No se apresuren a tocar el cableado, pues deben tomar precauciones y cortar la corriente. Sigan después los siguientes pasos:

La mayoría de los usuarios no tiene conocimientos técnicos para realizar estas acciones en sus puertas de garaje y que son importantes para la seguridad. Si tienen dudas contacten a un profesional debido a las piezas delicadas del sistema, y los peligros implicados con su manipulación.

Las puertas automáticas del garaje no cierran ni abren

Ocurre por fallos en el dispositivo receptor o el control, o inconvenientes con el mecanismo de desplazamiento, por ejemplo, una obstrucción, que es lo más probable. Si el problema persiste no fuercen la puerta ya que podrían empeorar la situación. La manera adecuada de intervenir es proporcionar mantenimiento. Limpien carriles y guías desde el primer momento en que noten que no se desliza adecuadamente. Si no se resuelve a tiempo, puede agravarse.

Si la obstrucción es grave, tienen que desmontar la puerta para retirar los objetos que obstruyan el deslizamiento. Algunos consejos para que lo hagan de manera efectiva y segura son los siguientes:

Si tienen dudas, acudan mejor con un profesional ya que al desmontar las puertas de garaje corren el riesgo de sufrir un accidente.

La puerta abre pero no cierra

Suele ocurrir por averías en los elementos de seguridad o en la fotocélula. Los primeros tienen la función de asegurar que la puerta se cierre sin peligros, por lo que es un problema común que se abra bien y que después no cierre. Primero deben identificar el componente causante de la falla. Comprueben posteriormente que la puerta sea funcional sin esa pieza. Si descubren que funciona, tienen que remplazarlo.

La puerta produce sonidos extraños

Muchos usuarios suelen omitir la lubricación periódica de los mecanismos, lo que provoca chirridos y sonidos extraños que proceden de las partes móviles. Pueden producirse también traqueteos y golpes si algún engrane se encuentra fuera de su posición original.

El motor funciona, pero la puerta permanece inmóvil o se mueve despacio

En casi todos los casos el problema se debe a daños en el condensador o falta de capacidad para impulsar el motor. Si es la causa tienen que remplazar el condensador. Puede darse también el caso de que la puerta se encuentre muy dura. Muevan las puertas automáticas manualmente para revisar que se deslizan sin inconvenientes y que no hay obstrucciones.

La puerta se mueve, pero frena y retorna hacia atrás

Una posible explicación es la detección de pequeños obstáculos por el sistema anti-aplastamiento del motor. Puede traducirlo como si atropellara a alguien y en consecuencia frene y retroceda. Otra explicación es una avería en este sistema. La solución solo pueden suministrarla expertos en reparación.

Puertas que se salen de sus bisagras

Ocurre por un riel horizontal desalineado, soltura en el soporte metálico ubicado en el extremo del riel o en los pernos que crean el triángulo del respaldo. Si la puerta cae en el piso, no intenten resolver el problema y llamen a expertos en reparación de puertas automáticas CDMX. Si las ruedas permanecen en los carriles, cierren cuidadosamente las puertas y fijen los tornillos de soporte, además, asegúrense que la distancia entre los rieles horizontales sea similar a la de los rieles verticales. Todo tiene que permanecer paralelamente.

Lo recomendable es contar con la ayuda de una empresa confiable y con años de experiencia en la reparación de puertas. En Automatiza encontrarán un equipo con amplios conocimientos sobre la instalación, venta y reparación de puertas industriales, comerciales y residenciales. Para más información marquen al (55) 6394 5184 o visiten nuestras instalaciones en Montecito #38, Col. Nápoles, 03810, Ciudad de México.

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